Publicado: mayo 6, 2024
En un giro inesperado, la Ley General de Control del Tabaco y sus efectos nocivos en la salud, promulgada en 2012 bajo el expediente N.º 9028, ha emergido como una poderosa herramienta para cambiar el paisaje del consumo de tabaco en Costa Rica. En un país donde la discusión médica y económica ha sido constante, este proyecto de ley ha logrado generar cambios significativos en los hábitos de los costarricenses.
Reducción de Fumadores: Desde su promulgación, la ley ha logrado reducir drásticamente el número de fumadores en el país. Datos de la Encuesta Mundial de Tabaco muestran una disminución notable en el número de fumadores activos, pasando de aproximadamente 434.000 en 2010 a 348.000 en 2022. Este cambio ha tenido un impacto directo en la incidencia de cáncer de pulmón, que ha disminuido de manera constante en los últimos años.
Desafíos Pendientes: A pesar de estos logros, organizaciones como la Red Nacional Antitabaco (Renata) argumentan que aún quedan desafíos importantes por abordar. Entre estos desafíos se encuentran la necesidad de endurecer las políticas antitabaco, aumentar los impuestos sobre los cigarrillos y mejorar la fiscalización para combatir la publicidad ilegal de productos de tabaco.
Amenaza Emergente: Una nueva amenaza se cierne sobre los esfuerzos para reducir el consumo de tabaco: el creciente uso de vaporizadores o vapeadores. Aunque la ley ha tenido éxito en disminuir el consumo de cigarrillos tradicionales, el vapeo está ganando popularidad entre los costarricenses. Este cambio en los hábitos de consumo presenta un nuevo desafío para las autoridades de salud.
El Camino por Recorrer: A pesar de los desafíos, la Ley Antitabaco ha logrado importantes avances en la protección de la salud pública en Costa Rica. Sin embargo, queda claro que aún hay mucho trabajo por hacer para lograr un país libre de los efectos nocivos del tabaco.
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Redacción